4 PRESENTACIÓN Esta Agenda Latinoamericana'92 quiere ser un instrumento para ayudar a vivir este año de 1992 en sintonía con las Causas de América Latina. No es un libro de lectura. Es simplemente una agenda: esa inseparable compañera a la que confiamos las citas del trabajo y del descanso, los secretos de los días claros y los días aciagos, de las fechas memorables y de la rutina del día-a-día... Compartiendo nuestra vida tan de cerca, ella quiere encargarse de sellar cada uno de nuestros días -todo el año con un espíritu latinoamericanista liberador. No es un libro de tesis. No quiere afirmar nada por sí misma. Más bien deja hablar: nos trae el testimonio histórico, los datos, los textos, o lo que ya otras voces profóticas dijeron sobre estos 500 años. Incorpora incluso otras palabras discordantes, en pro del pluralismo; el lector las reconocerá y se hará su propio juicio y tomará su postura personal. No es sin embargo una agenda neutra, ecléctica, o un mero bloque de páginas rayadas para hacer anotaciones. Está embebida de una opción: la opción por los pobres. En este caso tal opción se traduce en mirar los 500 años desde el otro lado, desde la perspectiva de los vencidos, de los esclavizados, los marginados, los oprimidos. Incorporamos el martirologio latinoamericano -lo más actualizadamente que nos ha sido posible- y las efemérides más señaladas para nuestro Continente, así como un pequeño material de reflexión para cada día, siempre en el mismo espíritu. Hay muchas lagunas, evidentemente; el límite de páginas nos las ha impuesto. En todo caso, es nuestro deseo que el conjunto de los materiales pueda utilizarse -fotocopiándolo o multiplicándolo de cualquier otra forma- para la reflexión común o el trabajo grupal. La bibliografía final abarca mucho más de lo que aquí hemos podido echar mano, y abre pistas casi inabarcables. Queremos agradecer a José Miguel Paz su colaboración generosa en el trabajo de búsqueda y de corrección. Las sugerencias que los lectores-usuarios nos hagan llegar serán muy bienvenidas. Nos ayudarán a mejorar para el próximo año. Lo agradecemos anticipadamente. José María Vigil
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25 1992: Año de la cancelación de la Deuda Externa Obispos y misioneros panameños piden un Año de Gracia Continental. Los misioneros y misioneras de la diócesis de Colón- KunaYala y el Vicariato Apostólico de Dañen, presididos por sus respectivos Obispos, Mons. Carlos María Ariz y Rómulo Emiliani, reunidos en El Tabor, buscamos la verdad de los 500 años a la luz de la Palabra de Dios y de la Tradición Profética de la Iglesia Católica en América Latina. Al despojo que ha experimentado este continente durante la colonia se sumó la extracción indiscriminada de nuestras materias primas posteriormente y otros renglones que ha permitido en parte la industrialización de los países ricos. Actualmente América Latina padece grandes problemas sociales y económicos. Un continente desgarrado por el sufrimiento pide redención. La creación entera gime esperando la manifestación de los hijos de Dios (Rm 8, 20ss). Y uno de los grandes obstáculos para su liberación es la DEUDA EXTERNA. En este documento señalamos que la DEUDA es injusta e inmoral, y además impagable, y pedimos su cancelación... Estamos dando, en definitiva, a los países superdesarrollados el dinero que necesitamos para defender una vida digna, donde todos puedan tener trabajo, lecho, pan, ropa, escuela y servicios de salud. Arrancan el pan de las bocas de los pobres para alimentar las economías ricas y sus ejércitos y guerras y cada vez la línea de pobreza extrema abarca más personas, abocando a los pueblos a la desesperación y el caos. Y esto es injusto. Por esta razón proponemos que al conmemorar los 500 años se decrete en 1992 UN AÑO DE GRACIA, un jubileo continental. Esto significa, UN PERDÓN DE LA DEUDA SIN CONDICIONES. Esta ley bíblica, promulgada por Moisés y actualizada por Jesús, debe ser una realidad histórica HOY CHRISTOPHER COLUMBUS QUINCENTENARY JUB1LEE COMMISSION para América Latina. Como vemos en los libros del Éxodo, Deuteronomio y Levítico (Ex 21, 1-; 23, 10- ; Deut 15, 1-9; Lev 25, 23-31) cada 7 años hay que dar un respiro a la tierra y al pueblo que la cultiva y los esclavos quedarán liberados. Todas las deudas deben perdonarse. Los préstamos que se hicieron no deben pagar sus intereses. La cancelación de las deudas es para la Biblia como un imperativo de justicia para impedir la acumulación y el empobrecimiento de los humildes. El año cincuenta (nosotros debemos traducir: a los 500 años del despojo), lo declararán ustedes Año de Gracia, será un año de liberación y en él anunciarán libertad para todos los habitantes del país (Lev 25ss). Este perdón consistirá en lo siguiente: toda persona que haya prestado a su prójimo le perdonará lo que haya prestado (Deut 15, 9ss). A pesar de que Israel fue repetidamente infiel a esta legislación, su conciencia colectiva no descansó, gracias al grito constante de los 2ff7e9595c
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